El jardín de Laura






Autor: Cándido Hernández Abad
Dedicatoria: "a mis padres y hermanos por estar siempre a mi lado"
Edición Kindle
2014
Calificación: 2/5

Víctor es un chico de Madrid que lleva intentando encontrarse a sí mismo mucho tiempo. Cansado de su vida rutinaria de fiestas y de mujeres que pasan por su vida sin dejar nada para mañana, un día se inscribe en una red social de búsqueda de pareja. Allí conoce a Laura, una mujer que le seduce desde el primer momento. Pero hay un problema. Ella vive en Dublín. Este pequeño contratiempo no le es impedimento para querer seguir charlando con ella y tomarlo como un juego. El problema surge cuando deciden verse en persona y en ese encuentro los dos quedan prendados.

"El jardín de Laura" me produce sentimientos encontrados. Por un lado, me gustó el argumento que nos presenta dos historias paralelas que enganchan al lector desde un inicio, encontrando no solo romance sino también altas dosis de drama e intriga. 

Víctor y Laura se conocen por medio de una página web para buscar pareja. Hasta aquí no hay nada fuera de lo común considerando que el tema de la amistad y las relaciones sentimentales por internet están muy de boga hoy en día, sino que también tenemos una serie de eventos interesantes y giros inesperados que te mantienen en vilo. Sin embargo, algunas faltas de ortografía y de redacción, así como la intromisión del narrador (autor) explicando o justificando innecesariamente personalidades y acciones de los personajes, en especial en el de Víctor, me distrajo en la lectura y fue muy molesto. Además me pareció un exceso que recién conozcamos a Laura en el capítulo 7, pudiéndose haber obviado detalles irrelevantes que extendieron la trama innecesariamente. Y ni que decir del epílogo, creo que está demás.



Prefiero tener sueños que puedo cumplir, a soñar con alguien que jamás voy a ser o con algo que jamás tendré.



La verdad es que yo he reflexionado mucho sobre eso. Me refiero a ti y a mí, a la distancia que nos separa, y a qué estamos haciendo realmente. Soy una persona que piensa demasiado en el futuro y en qué nos deparará el destino. Intento decirme a mí mismo que lo mejor es dejarse llevar. Ahora estoy a gusto hablando contigo, y lo mejor es saborear este momento y no pensar en lo que nos pueda deparar mañana - dijo Víctor.




Víctor y Laura llegaron a la conclusión de que, por diversos motivos, los dos compartían una misma desdicha: se sentían muy solos en el mundo, los dos tenían lejos a su familia, uno lejos de su país de residencia, y otro en el cielo, y los dos anhelaban conocer a alguien especial...





No hay arma más poderosa que dos latidos unísonos palpitando por amor.



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