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Cuentos andinos












Autor: Enrique López Albújar 
Género: Cuento
Portada: José Bracamonte Vera 
Editorial: Juan Mejía Baca 
Año: 1976 
Páginas: 154 
Calificación: 5/5

 
López Albujar es uno de mis escritores peruanos favoritos, así que siempre recomiendo leerlo.

Cuentos Andinos, cuya primera edición data del año 1920, se centra en la vida del indio de manera cruda, sin máscaras, tal y como es, con defectos y virtudes. Dicha obra ha sido objeto de numerosos elogios por importantes intelectuales, entre ellos, Roberto Levillier (diplomático, escritor e historiador argentino) quien resaltó la maestría alcanzada en Cuentos Andinos así como Raúl Porras Barrenechea (diplomático, ensayista e historiador), quien afirmó que Ushanam-jampi, uno de los cuentos, era la página más dramática que se había escrito en la literatura americana y española.

El libro consta de diez cuentos; todos ellos se desarrollan en Huánuco (Perú), están narrados en forma muy ágil y directa. Como en la lectura de los cuentos puedes encontrar palabras en quechua, al final del libro hay una lista de palabras y su significado en castellano.





El primero de los cuentos, Los tres jircas, nos relata la historia de los tres cerros que se yerguen en torno a la ciudad de Huánuco (Marabamba, Rondos y Paucarbamba), los cuales según la leyenda fueron tres guerreros venidos de diferentes comarcas lejanas: Maray (vino de la Puna), Runtus (el más viejo de los tres vino del mar - la costa) y Páucar (el más joven vino de la selva) quienes se enamoraron de la misma mujer, Cori Huayta, hija del curaca Pillco Rumi. 

En La soberbia del piojo, don Melchor se anima a contar al narrador de la historia, la experiencia que ha tenido con un piojo, luego de que éste último, descubriera en público uno de estos animalitos en la espalda de la avergonzada señora Linares.

Liberato Tucto, en la puerta de su choza chacchaba preocupado por la suerte que había corrido su hija Faustina, raptada hace treinta días por Hilario Crispín sin imaginarse que dicho raptor se presentaría ante él trayendo el cuerpo mutilado de su hija. Este es el comienzo de la historia de El campeón de la Muerte.

En Ushanam-jampi, Todo el pueblo de Chupán se encuentra congregado en la plaza para presenciar el juicio a Counce Maille, ladrón incorregible, iniciandose así un severo proceso en su contra y condenándolo a la pena del destierro.

Aparicio Pomares, El hombre de la bandera, habitante de Chupán, exhorta a los indios de su comunidad y de las comunidades de Obas, Pachas y Chavinillo para que se levanten y luchen unidos a los mistis para desalojar a los chilenos de la ciudad de Huánuco y de todo el Perú.

En El licenciado Aponte, Juan Maille, sale del cuartel y regresa a su pueblo viendo las cosas de manera diferente por todo lo aprendido allí, lo que le traerá diferencias de opiniones y sea rechazado aún más por sus paisanos, quienes no olvidan que Juan proviene de una familia de muy mala reputación, por lo que él decide marcharse del pueblo.

Otro de los cuentos, es El caso Julio Zimens, el cual nos relata el caso más conmovedor, más triste y más trágico llevado por un juez de Huánuco.

En  Cachorro de Tigre, el honorable juez Francisco se hace cargo de la difícil crianza de Ishaco, pequeño hijo de Adeodato Magariño, quien es un feroz delincuente. 

La mula de taita Ramún, es otro de los cuentos. Nos presenta al cura de Chupán, Ramón Ortiz, quien tiene como mayor preocupación, obtener mayores ingresos de sus fieles.

Y el último de los cuentos, Como habla la coca, nos expone la lucha de un magistrado contra el vicio de chacchar coca.

Obviamente, en este post no consigno el argumento completo de cada uno de los cuentos pues mi interés es que descubran las historias por si mismos y se sorprendan con los desenlaces. Así que los animo a que lean Cuentos Andinos. Les aseguro que disfrutarán muchísimo de su lectura. 

" - La resignación es cuestión de temperamento, señor, y el valor de la vida, cuestión de apreciación - le respondí. Hay gentes para quienes la vida, por miserable y odiosa que sea, es un supremo bien".Pág. 93

"Acabo de confesarme. Soy un creyente que cree hasta en la bondad del suicidio".Pág. 94


"Me voy con la satisfacción de saber que hay una religión que perdona al pecador y una justicia que absuelve al delincuente..." Pág. 95