Autor: Jesús Fernández Santos
Género: Novela
Dedicatoria: "a Maricarmen y Juan José Carreras"
Editorial: Magisterio Español S.A.
Año: 1976
Páginas: 255
Calificación: 4/5
Lo primero que tengo que decirles es que si van a leer la misma edición que tengo, dejen para después la introducción de Milagros Sánchez Arnosi que es muy interesante, pero en una parte de su extenso análisis de la obra te vas enterando de los pormenores de la historia con final incluido. Así que si no les gusta enterarse de los hechos más importantes y menos como termina, mejor la leen al final o bueno, ustedes deciden :)
Milagros Sánchez habló directamente con el autor así que nos proporciona muy buena información y su análisis nos brinda un mejor panorama para entender el contexto en el que desarrolla la obra, el estilo, etc.
Me sorprendió de que Fernández Santos afirmara que tuvo como inspiración, entre otros, al peruano Ciro Alegría, nuestro paisano :), al que como indica el mismo Fernández, casi nunca se le nombra.
Otro dato, y muy importante, es que En la hoguera ganó el año de 1957, el Premio Gabriel Miró.
Particularmente no conocíamos a este autor español, representante de la novela de posguerra, pero nos dejó gratamente satisfechos con este libro.
Parte de la trama consiste en que Miguel, luego de trasladar a su tío de un hospital psiquiátrico a otro, pues el primero de ellos iba a cerrar para convertirse en fábrica de maderas, deja Madrid con el objeto de viajar, conocer, recorrer pueblos. El se encuentra muy enfermo, posiblemente tenga tuberculosis ya que si bien nunca se nombra a esta enfermedad, se deduce por los síntomas que presenta.
Es en uno de estos pueblos en que conoce a Inés, joven que también viene de la capital. Ella ha dejado la casa de la tía con la que vivía y a su primo Agustín, después de intentar suicidarse. Es así que la vida de estos dos jóvenes con serios problemas a cuestas se vinculan.
Entre los otros personajes tenemos al gitano Alejandro y su esposa María, Zoilo (quien brinda alojamiento a Miguel), doña Constanza (una joven viuda muy religiosa), Soledad (amiga de Inés, hija de Zoilo), los Rojos (hermanos de pobre condición económica), Lucas (enamorado de Inés), etc.
Los lugares donde se desarrolla la historia son Madrid y algunos pueblos que Miguel va visitando. Curiosamente, se hace mención a los pueblos que va recorriendo, como Cuéllar, Iscar, Turégano, Cantalejo y Sepúlveda, sin embargo, se omite señalar el nombre del pueblo donde se instala y conoce a Inés.
En cuanto a los personajes, se puede decir que a todos los envuelve un halo de melancolía, soledad, tristeza, resignación y mala suerte, aunque también hay intentos de parte de algunos de ellos, de tomar las riendas y cambiar el rumbo de su destino.
La lectura del libro es fácil. Engancha. Los capítulos son cortos. El capítulo I se centra en Miguel, el capítulo II en Inés, quienes son los protagonistas principales y así sucesivamente se van intercalando sus historias hasta el capítulo VII. A partir del capítulo VIII esto cambia, girando el foco de atención a los otros personajes, a sus actividades y sus historias.
Creo que me hubiera gustado que haya más interacción entre los personajes principales ya que se conocen casi a la mitad de la obra e interactúan a mi parecer muy poco aunque por otro lado, es preciso tener presente que al no ser una novela romántica no se tiene que esperar mucho ingrediente romántico en la historia.
El tema religioso se encuentra presente siempre, por ejemplo, Miguel en su recorrido visita templos, algunos sucesos transcurren durante semana santa, otros personajes oran, se confiesan, reflexionan, tienen sentimientos de culpabilidad pues se sienten pecadores e indignos.
Y bueno, no les cuento más para que se animen a leerla...
"Dios -se dijo Inés - hace mal las cosas"pág. 91
"No era difícil castigar al cuerpo. El lo maltrataba, a veces sin desearlo, intentando aniquilarlo en aquellas penosas caminatas, como si quisiese matar en él un indómito, tenaz miedo a la nada. Sin embargo, cuando volvía fatigado, sucio de polvo, su primer pensamiento era:"no estoy tan malo si resisto esto", aunque más tarde en el lecho, en la oscuridad del cuarto, pensara con mayor calma y lucidez.No, no era fácil sacrificar el cuerpo, lo difícil era encontrar a que dedicar ese sacrificio, y eso no estaba en su mano alcanzarlo, elegirlo".Pág. 132
"El pecado de lujuria -clama la radio- es el único que lleva en sí mismo su castigo. Quien ama a fuego, en él perecerá. Doña Constanza piensa que está condenada a abrasarse en la llama de su pasión, en el fuego de su propia carne".Pág. 162