Autor: Mario Lacruz
Género: Novela
Editorial: Círculo de Lectores
Cubierta: Liarte
Dedicatoria: "a mamá"
Año: 1973
Páginas: 191
Calificación: 4/5
¡Recomendado! Este libro me ha gustado mucho. Novela finalista del Premio de la Crítica el año de 1974, está dividida en cinco secciones consignadas con las letras A, B, C, D y E, donde se reparten irregularmente once capítulos numerados.
El ayudante del verdugo junto a las novelas publicadas con anterioridad, El inocente (1953) y La tarde (1955) conforman la llamada Trilogía de la culpa, llamadas así por el tema en común que las une, en este caso, la culpa. Respecto a la novela que nos convoca veremos porque.
Mario Lacruz nos presenta a dos personajes, un abogado y su jefe. El primero de ellos, de apellido Ventosa es el que va narrándonos todos los sucesos. Así al comienzo del libro nos encontramos en el Hotel Continental, en una reunión de etiqueta en donde se homenajea a Pardo, su jefe, con relación a una condecoración recibida. Es en esos momentos en el que Ventosa recuerda sus inicios en su trabajo.
El tiempo retrocede y vamos conociendo sus inicios de su carrera como abogado.
...Para esto yo había estudiado cinco años en la Facultad, Derecho Romano y las teorías de Grocio, para repartir televisores...
Pag. 17
De como conoció a Pardo, y de como poco a poco llegó a convertirse en una persona de confianza para su jefe, jefe que por cierto, de no tener medios económicos suficientes logró amasar una fortuna y volverse millonario no solo a base de su esfuerzo sino al usar medios irregulares y no del todo éticos.
..."Universitarios, empollones y sabios de siete suelas. Puedo comprarlos por docenas". Le gusta decirlo delante de sus empleados, y todo el mundo imagina que lo hace por mortificar a Toni. Yo me pregunto si no lo dirá también pensando en mí. Porque Pardo quiso ser abogado.
Pág. 15
...Desde que eliminé a unos cuantos maulas -decía-, todo anda perfectamente. ¿Lo ve, Ventosa? Hay que tener mano dura. La disciplina es la base, y los castigos han de ser ejemplares...
Pág. 33
Ventosa por su parte, se gana la confianza de Pardo y forma parte del equipo que trabaja mano a mano con él, asesorándolo en muchos de sus negocios y decisiones no solo respecto a la empresa sino en cuestiones personales, aunque siempre reflexiona, se cuestiona, siente culpa y remordimientos por los excesos que comete su jefe y el mismo, pero al final, siempre decide pasar las cosas por alto, voltear la página y seguir trabajando con él.
Vi que no le gustaba mi actitud, pero me daba igual. Me fui al zoológico y me pasé el resto de la mañana echándole zanahorias al hipopotamo.Pág. 91
Tambien nos vamos enterando de la vida personal y amorosa del abogado, de sus infidelidades, de su facilidad para conquistar mujeres y no desaprovechar ninguna oportunidad.
En suma, es una muy buena novela, una metáfora del mundo económico y político del franquismo, una sátira social de la dictadura, la vida de un corruptor y de una persona que se deja corromper, con toques de humor, que nos engancha, entretiene y se lee rápido. Y como he dicho en un inicio, ¡Recomendado!
...Porque sabido es que sólo hay un ser más despreciable que el verdugo, y es su ayudante.Pág. 144