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Día de la canción criolla: diez canciones



                               Créditos: Aeronoticias



Hoy, 31 de octubre se celebra en el Perú, el Día de la canción criolla, establecido desde el 18 de octubre de 1944 por el entonces presidente Manuel Prado Ugarteche en homenaje a este género musical y a sus intérpretes, así que decidí hacer un post seleccionando diez canciones cuyas letras merecen ser escuchadas atentamente pues son verdaderamente poesía. Espero les guste y lo disfruten:




Cada domingo a las doce
Autor: Augusto Polo Campos

 
Cuando tengas que partir
quiero que sepas,
que estaré pensando en tí
todos mis días. 

Vivirás en mi alegría y mi tristeza,
reinarás en el altar del alma mía.  

Al partir me dejarás tus agonías,
y en la casa que sin tí quedo muy triste.
Nadie ocupará el lugar que tú tenías,
porque se murió mi amor cuando te fuiste (bis)


  Cada domingo a las doce,
saldré a la ventana.
para esperarte como antes
después de la misa.
Y en la esquina solitaria
voy a ver a mi alma,
que espera tus pasos,
buscando mis brazos,
y sin tu sonrisa,
se irá el sol de la mañana,
te llorarán las campanas,
cada domingo a las doce después,
después de la misa (bis)
 

Cuando tengas que partir,
quiero que sepas.... 





 


Fina estampa
Autor: Isabel Granda (Chabuca Granda)


Una veredita alegre,
con luz de luna o de sol,
tendida como una cinta
con sus lados de arrebol,
arrebol de los geranios
y sonrisas con rubor,
arrebol de los claveles
y las mejillas en flor.

Perfumada de magnolias,
rociada de mañanitas,
la veredita sonríe
cuando tu pie la acaricia,
y la cuculí se ríe
y la ventana se agita
cuando por esa vereda
tu fina estampa pasea.

Fina estampa, caballero;
caballero de fina estampa, un lucero,
que sonriera bajo un sombrero, no sonriera,
más hermoso, ni más luciera, caballero,
y en tu andar andar, reluce
la acera al andar andar.

Te lleva hacia los zaguanes
y a los patios encantados,
te lleva hacia las plazuelas
y a los amores soñados.
Veredita que se arrulla
con tafetanes bordados,
tacón de chapín de seda
y fustes almidonados.

Es un caminito alegre
con luz de luna o de sol,
que he de recorrer cantando,
por si te puedo alcanzar.
Fina estampa, caballero...
¡Quién te pudiera guardar!...

Fina estampa, caballero, caballero de fina estampa
un lucero, que sonriera bajo un sombrero
no sonriera, más hermoso, ni más luciera,
caballero, y el tu andar andar reluce
la acera al andar andar.



 



Indio
Autor: Alicia Maguiña


La luz se hizo sombra
y nació el Indio.
La puna se hizo hombre
y nació el Indio.
Prisionero en tu suelo
indio cautivo
sin luz en tu mirada
indio sombrío (bis)

Ayer montaña
hoy solo escombro
hierve mi entraña
cuando lo nombro.
 
Serás otra vez montaña
y habrá fulgor en tus ojos
tu risa oiré
y feliz serás
y feliz seré (bis)



  


José Antonio
Autor: Isabel Granda (Chabuca Granda)

Por una vereda viene cabalgando José Antonio,
se viene desde Barranco a ver la flor de Amancaes;
En un bere-bere criollo va a lo largo del camino
con jipijapa, pañuelo y poncho blanco de lino.
Mientras corre la mañana su recuerdo juguetea
y con alegre retozo el caballo pajarea;
fina garua de junio le besa las dos mejillas
y cuatro cascos cantando van camino de amancaes.

Que hermoso que es mi chalán, cuan elegante y garboso
sujeta la fina rienda de seda que es blanca y roja;
que dulce gobierna el freno con solo cinta de seda
al dar un quiebro gracioso al criollo bere-bere.

Tu , mi tierra que eres blanda, le diste ese extraño andar,
enseñandole el amblar del paso ya no gateado.
Siente como le quitaste durezas del bere-bere,
que allá en su tierra de origen, arenas le hacian daño.
Fina cadencia en el anca, brillante seda en las crines,
y el nervio tierno y alerta para el deseo del amo;
ya no levanta las manos para luchar con la arena,
quedo plasamado en el tiempo su andar de paso peruano.

Que hermoso que es mi chalan, cuan elegante y garboso
sujeta la fina rienda de seda que es blanca y roja;
que dulce gobierna el freno con solo cinta de seda,
al dar un quiebro gracioso al criollo bere-bere.

José Antonio, José Antonio...
¿Por que me dejaste aquí?
Cuando te vuelva a encontrar
que sea junio... y garue;
Me acurrucare a tu espalda,
bajo tu poncho de lino
y en las cintas del sombrero
quiero ver los amancaes
que recoja para ti,
cuando a la grupa me lleves,
de ese tu sueño logrado,
de tu caballo de paso,
aquel del paso peruano.





La flor de la canela
Autor: Isabel Granda (Chabuca Granda)

 
Déjame que te cuente, limeño,
déjame que te diga la gloria
del ensueño que evoca la memoria
del viejo puente, del rio y la alameda.

Déjame que te cuente, limeño,
ahora que aun perfuma el recuerdo,
ahora que aun se mece en un sueño
el viejo puente, el rio y la alameda.


Jazmines en el pelo y rosas en la cara,
airosa caminaba la Flor de la Canela;
derramaba lisura y a su paso dejaba
aromas de mixtura que en el pecho llevaba.


Del puente a la alameda menudo de pie la lleva
por la vereda, que se estremece
al ritmo de su cadera,
recogía la risa de la brisa del rio
y al viento la lanzaba, del puente a la alameda.


Déjame que te cuente, limeño,
Ay, deja que te diga,
moreno, mi pensamiento.
A ver si asi despiertas del sueño,
del sueño que entretiene,
moreno, tu sentimiento.


Aspira de la lisura
que da la Flor de Canela,
adórnala con jazmines,
matizando su hermosura;
alfombra de nuevo el puente,
y engalana la alameda,
que el rio acompasara
su paso por la vereda.


Y recuerda que...
Jazmines en el pelo y rosas en la cara,
airosa caminaba la Flor de la Canela;
derramaba lisura y a su paso dejaba
aromas de mixtura que en el pecho llevaba.
Del puente a la Alameda menudo pie la lleva
por la vereda que se estremece
al ritmo de su cadera;
Recogía la risa de la brisa del rio
y al viento la lanzaba, del puente a la Alameda.







Nube gris
Autor: Eduardo Márquez Talledo


Si me alejo de tí es por que he comprendido,
que soy la nube gris que nubla tu camino,
me voy para dejar que cambies tu destino,

que seas muy feliz, mientras yo busco olvido (bis)


Otra vez volveré a ser, el errante trovador,
que va en busca del amor, del amor de una mujer,
se perdió el celaje azul donde brillaba la ilusión,
vuelve la desolación, vivo sin luz.




 

Nuestro secreto
Autor: Félix Pasache

Este secreto que tienes
conmigo nadie lo sabrá.
Este secreto quedará
escondido una eternidad.
Yo te aseguro nunca diré,
nada de lo que pasó;
y no te preocupes,
que todo lo nuestro
queda entre tú y yo (bis)
 
Nadie sabrá que tu pecho,
juntito al mío ha latido,
que disfrutamos instantes,
de fascinante dulzura.
Nunca diré que hubo noches,
que te adoré con locura,
nadie sabrá que en tus brazos,
borracho de amor,
me quedé dormido (bis)
 





Odiame
Autor:  Federico Barreto, Rafael Otero


Ódiame, por piedad, yo te lo pido,
ódiame sin medida, ni clemencia;
odio quiero más que indiferencia,
porque el rencor hiere menos que el olvido (bis)

Sí tú me odias quedaré yo convencido
de que me amaste -mujer- con insistencia;
pero ten presente de acuerdo a la experiencia,
que tan sólo se odia lo querido;
pero ten presente, de acuerdo a la experiencia,
que tan sólo se odia lo querido (bis)







Todos vuelven
Autor:  César Miró
 

Todos vuelven a la tierra en que nacieron,
al embrujo incomparable de su sol,
todos vuelven al rincón donde vivieron,
donde acaso floreció más de un amor.
 
Bajo el árbol solitario del silencio,
cuántas veces nos ponemos a soñar,
todos vuelven por la ruta del recuerdo,
pero el tiempo del amor no vuelve más.
 
El aire que trae en sus manos
la flor del pasado, su aroma de ayer,
nos dice muy quedo al oído
su canto aprendido del atardecer.
 
Nos dice su voz misteriosa,
de nardo y de rosa, de luna y de miel,
que es santo el amor de la tierra,
que es triste la ausencia que deja el ayer

que es santo el amor de la tierra,
que es triste la ausencia que deja el ayer.





 

Regresa
Autor:  Augusto Polo Campos 

Te estoy buscando, porque mis labios
extrañan tus besos de fuego.

Te estoy llamando, y en mis palabras
tan tristes mi voz es un ruego.


Te necesito, porque sin verte mi vida
no tiene sentido y van,
y van por el mundo mis pasos perdidos,
buscando el camino de tu comprensión.


Apiádate de mí, si tienes corazón,
escucha en sus latidos la voz de mi dolor.


Pero regresa, para llenar el vacío
que dejaste al irte, regresa, regresa,
aunque sea para despedirte,
no dejes que muera sin decirte adiós.

Te estoy buscando...




 
¡Feliz día de la canción criolla a todos mis compatriotas!