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Cumbres borrascosas
















Cumbres Borrascosas
Emily Bronte 
Novela  
Título original: Wuthering Heights
Editorial Tor 
1944 
319 pág.  






Corre el año de 1801. En Inglaterra, el señor Lockwood muy animado llega a la finca Cumbres Borrascosas para conocer al señor Heathcliff, el mismo que le ha dado en alquiler la finca vecina llamada Thrushcross Grange, donde piensa pasar una temporada larga alejado de todo el ruido de la ciudad disfrutando de ese hermoso lugar, sin embargo, se ve sorprendido por la extraña actitud y comportamiento no solo del señor Heathcliff sino de las otras personas que viven con él: un hombre mayor que forma parte del servicio llamado José, una joven y hermosa dama de nombre Catalina y un altanero joven llamado Hareton Earnshaw, todos ellos con un común denominador: trato tosco, amargados y de muy mal carácter.

Lockwood intrigado por la hostilidad de sus anfitriones y desconcertado por un hecho sobrenatural del que fue testigo, llena de preguntas a la señora Dean, ama de llaves que sirve en Thrushcross Grange, animándose por su parte la referida señora a contarle la historia de dichas personas y en general la historia de las familias Linton y Earnshaw... 





Un clásico de la literatura universal. Publicado por primera vez el año de 1847, por Emily Bronte bajo el seudónimo de Ellis Bell, fue una obra que rompió esquemas en su tiempo, no siendo entendida por la crítica en su total dimensión, por lo que tuvo en esa época un frío recibimiento. Sin embargo, posteriormente y hasta nuestros días es una novela que ha sido motivo de innumerables elogios y fuente de inspiración de escritores y directores tanto del cine como la televisión. 

Siempre que escuchaba hablar de Cumbres Borrascosas se referían a ella como una novela romántica, sin embargo, no es solo eso, es una novela de pasiones, de odios, de venganzas, resentimientos, mucho drama y también amor, pero un amor que no es sano, sino obsesivo y transtornado.  

Son treinta y cuatro capítulos donde la autora nos hace vivir emociones intensas, mostrándonos (a excepción del señor Lockwood y la señora Dean quienes parecen ser las únicas personas cuerdas y con sentido común) personajes difíciles, complejos, atormentados y detestables, siendo la relación entre ellos muy complicada, tanto que en ocasiones llega a agobiar, máxime si casi todo transcurre dentro de un perímetro cerrado, es decir dentro de las fincas Cumbres Borrascosas y Thrushcross Grange o en el camino que las une.

Para leerla es necesario darse su tiempo, saborearla de a poquitos, porque tiene diálogos largos que a algunos puede resultar algo pesado, pero nada del otro mundo, nada complicado, al contrario, engancha, mantiene la expectativa sobre qué es lo que les pasará a los peculiares personajes a lo largo de la trama. ¡Muy recomendable!










 y otros


Cumbres borrascosas ha sido llevada al cine en numerosas oportunidades. Asimismo, sirvió de inspiración para miniseries. Aquí un recuento:

Películas

1939 - Cumbres Borrascosas. Dirigida por William Wyler.
1953 - Abismos de pasión. Dirigida por Luis Buñuel.
1963 - Cumbres Borrascosas. Dirigida por Daniel Camino.
1970 - Cumbres Borrascosas. Dirigida por Robert Fuest
1976 - Cumbres Borrascosas. Dirigida por Grazio D´Angelo
1977 - Cumbres Borrascosas. Dirigida por Edgardo Borda.
1979 - Cumbres Borrascosas. Dirigida por Ernesto Alonso.
1985 - Hurlevent. Dirigida por Jacques Rivette.
1992 - Cumbres Borrascosas. Dirigida por Peter Kosminsky
2003 - Cumbres Borrascosas. Dirigida por Suri Krishnamma
2009 - Cumbres Borrascosas. Dirigida por Coky Giedroyc
2011 - Cumbres Borrascosas. Dirigida por Andrea Arnold










Miniserie

2006 - Cumbres Borrascosas. Miniserie para radio. Producida y dirigida por Alberto Cimino.


Telenovela


1988 - Encadenados. Adaptación mexicana. 

Audionovela

En Perú, hace un tiempo se transmitió la audionovela Cumbres Borrascosas por Radioprogramas como parte de la serie Mi novela favorita. La introducción estaba a cargo de Mario Vargas LLosa, escúchenlo:


                                       






La cantante inglesa Kate Bush debutó en 1978 con el single Wuthering Heights, inspirado en la trágica historia de amor de Heathcliff y Catalina, convirtiéndose en uno de los sencillos más exitosos en las listas musicales, llegando a alcanzar el N° 1 de la lista de singles británica durante cuatro semanas:








...subió a la cama, abrió de un tirón la ventana y estalló en una apasionada crisis de llanto: "¡Entra, entra!- decía sollozando.- ¡Ven, Cata! ¡Oh! ven...¡una vez más aún! ¡Oh! amor de mi corazón... ¡Escúchame esta vez, Catalina!" El espectro se mostró tan caprichoso como sus semejantes y no dió señales de vida. La nieve y el viento, en cambio, penetraron en torbellinos, llegando hasta mí y apagando la luz.
pág. 29



- Un buen corazón lo ayudará a tener un lindo rostro, muchacho -proseguí...en cambio, un mal corazón trocaría la cara más bonita en algo peor que la fealdad...
pág. 56



- Estoy buscando la forma de hacerle pagar esto a Heathcliff. Nada me importa el tiempo que deba esperar, con tal de que lo consiga algún día. ¡Aliento la esperanza de que no se me escape muriéndose antes!
pág. 60


- ¿A donde va usted? - preguntó Catalina, poniéndose frente a la puerta.
Linton trató de pasar.
- ¡No se marchará! -exclamó la joven, voluntariosamente.
- ¡Debo irme y me iré! - repuso el muchacho con desalentado acento.
- No - afirmó la chica, precipitándose al picaporte de la puerta - Espere Edgar Linton, quédese un instante. No puede usted dejarme inmediatamente  después de este acceso de malhumor. Me sentiré desdichada durante toda la noche y no quiero serlo por causa suya.
- ¿Puedo quedarme después de haber sido golpeado por usted? - inquirió Linton.
Catalina no contestó.
- Ha logrado que me asustase  y avergonzase por usted - prosiguió.- ¡Nunca más volveré a esta casa!
Los ojos de Catalina se humedecieron.
- ¡Y, además, mintió usted conscientemente! - anadió.
- ¡No! - exclamó la joven, recobrando el uso de la palabra.- ¡Nada hice conscientemente! Y, después de todo, váyase si quiere irse...¡váyase! Ahora, voy a llorar...¡voy a llorar hasta enfermarme!
Cayó de rodillas junto a una silla y sus lágrimas empezaron a brotar a raudales. Edgar persistió en su resolución hasta que llegó al patio. Una vez allí, titubeó. Decidí infundirle aliento.
- La señorita es terriblemente caprichosa señor -le grité- Caprichosa y mala como sólo puede serlo una niña mimada. Sería preferible que regresase usted a su casa, o Cata se enfermará nada más que para entristecerlo y entristecernos.
La débil criatura miró hacia la ventana, era tan incapaz de marcharse como un gato frente a una laucha medio muerta o un pájaro semidevorado.
"¡Ah! - pensé - Nada lo salvará. ¡Está condenado y rueda hacia su destino!"
Y así fue.
Pág. 71



¡Oh! ¡Dios mío! -exclamó al fin- ¡Que desdichada soy!
- ¡Es una lástima! -repliqué - Es usted dificil de conformar. ¡Con tantos amigos y con tan pocas preocupaciones, aún no está satisfecha!
Pág. 75


- No es un ser humano -replicó la señora Heathcliff - No tiene derecho a mi caridad. Le entregué mi corazón y él lo sometió a suplicio y después lo arrojó. Es por el corazón que sentimos piedad, Nelly. Desde el momento que él ha destruído el mío, ya no podría sentirla nunca hacia su persona, aunque gimiera hasta la muerte y llorara a Catalina con lágrimas de sangre. No, verdaderamente no podría.
Pág. 165



-¡Eso es horrible, señorita! - dije- Al oirla, se creería que nunca abrió una Biblia en su vida. Debería bastarle el hecho de que Dios abrume a sus enemigos. ¡Es despreciable y presuntuoso, al mismo tiempo,  que agregue sus torturas a las del Señor!
Pág. 172


Arrancó casi, el sombrero del niño, echó hacia atrás su rubios rizos y palpó sus delgados brazos y sus afilados deditos. Durante ese examen, Linton dejó de llorar y alzó sus grandes ojos azules sobre el que lo inspeccionaba.
-¿Me conoces? -preguntó Heathcliff, después de haberse convencido de que sus miembros eran por igual, frágiles y débiles.
- No - dijo Linton, con una mirada que el temor transtornaba.
- Supongo, al menos, que habrás oído hablar de mí.
 -No- repitió el chico.
- ¿No? ¡Que veguenza para tu madre no haber despertado nunca en ti un sentimiento filial a mi respecto! Tu eres mi hijo y yo haré que esa idea se incruste en tu cabeza. ¡Tu madre ha sido una bribona al permitir que ignoraras la existencia de tu padre!...
Pág. 198








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